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ENTREVISTA A ALEJANDRO DOLINA

 

 

 

 

 

 

Por Pablo Milani

Dolina:“Extraño muchas cosas, pero mi tiempo es éste”

 

Sin duda es uno de los referentes de la radio. Además, ha escrito varios libros, actuó en televisión, en cine y también compuso y cantó tangos. Su programa "La venganza será terrible” hace más de 20 años que está al aire y es de los más escuchados en la historia de la radio. En su horario de trasnoche, asegura que prefiere al oyente de esa hora y que la única forma de no cansarse es estudiar. La siguiente charla fue realizada minutos antes de comenzar su programa en Radio del Plata.

 

¿Cuáles son los riesgos de tu profesión?

Yo diría que ni mayores ni distintos de los que tienen otros trabajadores.

No se, los riesgos a veces pueden ser sentirse uno un imbécil cada tanto. No estar a la altura de lo que se espera de uno. Fracasar en nuestros proyectos. No alcanzar a conmover al público. Esos son riesgos profesionales. No se me ocurre otra respuesta.

 

¿Hay algo que te canse de tu profesión?

Sí, puede ser. Los intervalos regulares son, en principio, malos consejeros para el artista. Uno no puede jurar que va a ser inteligente o al menos ingenioso todos los días a la misma hora. Eso puede resultar un poco fatigoso pero contra eso esta la profesionalidad que consiste en afrontar esos intervalos regulares, esas fatales repeticiones de lo que es un profesional con recursos tales que lo hagan entretenido y llevadero. No sólo para el público sino también para uno. Yo creo que la mejor manera de evitar que algo lo canse a uno es estudiar. Tratar de hacerlo con la mayor cantidad de recursos. Al haber abundancia de recursos hay también un discurso más cambiante y la posibilidad de no repetirse. No siempre sale, pero esa posibilidad está y está también la participación que el público tiene, como sector último de nuestro mensaje, como receptor y como autor de la última pincelada del discurso. Finalmente está el receptor que es el que lo interpreta y acaso lo repite o responde con emociones que a veces nosotros no habíamos calculado. O a veces el mismo escritor no alcanza a calcular la forma en que el lector termina la obra. La forma en que el lector le da la última tonalidad a la frase.

 

¿Qué te dio la noche que el día no te supo dar?

Yo nunca intenté nada de día de manera que no es que el día no me lo haya dado. Pero calculo yo que el oyente nocturno tiene una paciencia, un tiempo, una serenidad que le permite enfrentar la complejidad con mejores posibilidades. El oyente diurno está apurado, esta pensando en otra cosa probablemente. O está preparándose para ir al trabajo o está manejando o está conversando con otra persona, de manera que no es un oyente tan bueno. Si es que uno quiere transmitirle un mensaje de una cierta complejidad. El oyente diurno por ahí está esperando noticias, datos concretos rápidos, precisos. Y no siempre responde bien a los estímulos del pensamiento más complejo.

 

¿Qué relación tenés con el dinero?

No debe ser muy buena porque nunca he hecho negocios muy buenos. Me ha ido bien pero la verdad que muchas veces me han engañando y me han hecho hacer negocios muy malos. Hasta hay casos que se han quedado con cosas que eran mías, no me estoy quejando, sino simplemente estoy señalando una capacidad bastante menguada para los asuntos de dinero. De todos modos no tengo asuntos morales con el dinero. Esta ahí, si viene, viene. Tampoco me parece un pecado ganar mucho dinero, llegado el caso. Así que mi relación es natural, ni es culposa, ni es sabida. Es un poco inepta, eso sí. 

 

¿Qué significado tiene para vos hoy, el paso del tiempo?

El significado de mi propia finitud y de quienes uno ama. Es imposible una felicidad que no esté teñida por la inquietud de que cada segundo cuenta y cada vez se va vaciando la jarra de hidromiel que nos sostiene. Cada vez nos queda menos. Eso casi impide la plenitud de cualquier otro goce.

 

¿Qué es lo que más extrañas?

A mis muertos queridos evidentemente. Yo mismo no me extraño mucho. No extraño mi juventud. Yo creo que todos tenemos el deseo de volver a los 20 años. Pero si yo realmente volviera extrañaría muchas cosas que tengo ahora y que no tenía antes. Sería un tipo bastante más elemental. Si ya soy elemental ahora, lo que no sería a los 20 años. Sería un poco más rápido tal vez en mi carrera. Y no mucho más. En cambio sí extraño las personas que estaban en aquel entonces y que no están ahora. Ese mundo. Otros extrañan su salud, su energía de los 20 años. Yo no extraño eso. Extraño al mundo que me rodeaba y que ha desaparecido pero también pienso que así como podría extrañar algunas virtudes de la madurez que me han ido apareciendo casi por casualidad, también extrañaría a mis hijos. Cuando digo mis hijos digo todo este mundo de afectos que es el presente. Yo extraño muchas cosas pero mi tiempo es éste.

 

¿Pudiste armar tu vida como vos querías?

Pude armar mi vida de una de las mil formas en que yo quería. Salió ésta. Que se yo si en el momento de tomar una decisión yo hubiera elegido ésta. La verdad que no lo se. Algunas cosas debí haber hecho y no hice.

 

¿Por quién sentís admiración?

Por muchas personas. Generalmente relacionada con el arte de escribir o el arte de cantar o el arte de componer. Personas que pueden empezar por Borges y puede tocar todos los picos de las letras y de la música y del arte del mundo.

 

¿Pudiste hablar con Borges?

Sí, he estado presente en una serie de entrevistas que Antonio Carrizo hizo en la radio durante un mes seguido durante 1980. Yo todas las tardes iba en calidad de colado a presenciar esas entrevistas y pude, más que conversar, escucharlo, y verlo en acción.

 

¿Y qué sensación te quedó?

Extraordinaria. Realmente era un hombre prodigioso. Verlo pensar, verlo en acción, y más puesto en acción por un hombre de una gran inteligencia como Antonio (Carrizo). Fue realmente una de las experiencias más fuertes que he tenido. Y después cambié alguna que otra palabra con él pero nada más.

 

Mucho se habla sobre el abandono de la mujer al hombre. ¿Cómo crees que es el abandono del hombre hacia la mujer enamorada?

Sí es más raro. El hombre es capaz de seguir una relación amorosa aún habiendo perdido el amor. Me parece que la mujer miente menos, es más sana en general. En éste mundo occidental que nos toca vivir o quizás en todo el mundo, la mujer siempre lleva la peor parte en las relaciones amorosas. La mujer es considerada como un objeto que es propiedad del hombre. No es considerada de acuerdo a sus merecimientos, es abusada. Se habla mucho del abandono de la mujer como si fuera un indicio de su inconstancia, yo no creo eso. En general no veo que las cosas se diferencien mucho de un sexo a otro cuando se trata de terminar con una relación. Pero me parece que el hombre es más proclive a la mentira que la mujer.

 

Aunque se crea lo contrario….

Se cree lo contrario porque hay un discurso hegemónico hecho por hombres. Aparece la mujer como inconstante. Ahí está la Donna e Mobile, aquella frase que escribió el Rey de Francia, Francisco I, en la pared de un lugar donde él estaba muy enfermo. Y después esa historia fue tomada y quedó como una parte de la ópera Rigoletto. La mujer es inconstante. Pues el hombre también lo es. Como si la constancia fuera una virtud después de todo. Todos somos móviles, de una idea a otra, de un deseo a otro. Lo que está mal es hacer daño y mentir. Eso está mal. Pero cambiar de objeto de deseo no está bien ni mal, es algo que sucede. El hombre se escapa y tiende a continuar la relación de un modo espantoso.

 

¿Qué te queda por hacer?

Hay muchísimas cosas que aún no hice. Cine no hice. Me gustaría hacer algo. No he tenido suerte ni siquiera con las cosas que he escrito, que si bien en algún punto han sido exitosas nunca han sido solicitadas para el cine. Pero no pierdo las esperanzas porque pasa algo curioso, muchas personas jóvenes, incluso cineastas que están comenzando, se interesan por mis textos, incluso en teatro. Pero no, o no todavía, los profesionales y directores que están trabajando en el cine desde hace tiempo.

 

 

Mencionaste que no perdés las esperanzas en el cine. ¿En televisión las perdiste?

Digamos que me quedan pocas. Yo creo que el trabajo de Campanella estaba muy bien. Y ahora es como si no lo hubiera hecho. De todos modos sí lo hice y sí está bien. Tengo la sensación de que el mundo de la televisión no está interesado en el tipo de cosas que yo hago. Para decirlo mejor, las cosas que yo hago deben tener algo que las excluye automáticamente del mundo de la televisión, algo que yo no sé. Que puede ser algo que, quien sabe si estoy dispuesto a modificar. Pero no estoy seguro de esto. Digamos que he tenido poca suerte en la televisión. Aunque haber hecho los trece capítulos del Show de Alejandro Molina con tanta gente talentosa y con un resultado tan bueno, lo puedo decir porque no dependió de mí la bondad del resultado. Y eso para mí es una gran alegría. Después, si se puede hacer algo bien lo haremos, pero si no, no. Ahora tengo alguna clase de oferta para hacer televisión pero realmente como no tengo ni ninguna ocurrencia, ni nadie que quiera compartir conmigo esto. Ni siquiera el mismo Campanella. Él no está interesado en trabajar conmigo. ¿Para qué voy hacer algo con compañeros mediocres? ¿O sin buenas ideas? Eso no lo quiero hacer. Ya bastante malo soy normalmente, así que ponerme a trabajar cuando no tengo los elementos indispensables sería suicida.

 

En cuanto a tu programa de radio. ¿Hacés el programa que vos escucharías?

Sí yo creo que sí. Yo lo escucharía. Pero eso no quiere decir nada. Lo escucharía por vecindad temática. Están las cosas que a mí me interesan, ¿Qué otras cosas van a estar? Así que claro que lo escucharía. Pero creo que soy el único que lo escucharía (risas).

 

 

 

 

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