Por Pablo Milani
Alicia Genovese
Aguas
Ediciones del Dock
72 páginas
En su nuevo libro de poemas Alicia Genovese (Buenos Aires, 1954) demuestra integridad y aceptación cuando nada parece haber llegado nunca. Parte desde un elemento natural y eterno como el agua. “En diálogo con el agua tomo / las mejores decisiones”. El puntapié inicial del libro construye caminos que se van abriendo para el lector y lo acompaña hasta el final. Con un lenguaje puro y exquisito Genovese no apura las palabras, sino más bien que las suelta de a una, como gotas cayendo sobre una hoja de papel. Aguas tiene al menos dos personajes que tienen que ver mucho con esta sustancia incolora. María Inés Mato, “buscó aguas frías / mares renuentes a la aceptación / nieve hendida del planeta / ¿o qué / callados, secretos límites cruzó?”, y Diana Nyad, “Cuando nada parece no haber llorado nunca / cuando nada parece que la melancolía no le / hubiese roto / los deseos nunca”, ellas son incansables nadadoras por los más diversos océanos. Pero hay algo más en este singular universo creado por Genovese, su constate música a lo largo del libro que parece diagnosticar que no hace falta más en el universo que la palabra bien dicha, su mirada hacia cosas simples. “El agua que se desvía / seca la selva / ahuyenta los pájaros / se lleva el rocío”. Aguas parece indicarnos la salida hacia un mundo mejor y sin escollos. Es un libro en constante movimiento, que dialoga y acaricia el camino que sus vivencias recorren. Hay algo imaginado en su forma de narrar que parece seguir afuera del libro. La escucha tiene esa naturaleza oscilante entre el deseo de ficción y la realidad. Cierta manera de mirar y ser mirado. “En el agua pienso / en el agua descanso / encuentro / la boca blanda / hacia todas las cosas.” Esa sensorialidad admite, al mismo tiempo, un fuerte anclaje narrativo cuyo destino transcurre en historias que persisten con el propósito en el doble acto de desconfiar y narrar. Ya no se pueden escribir historias plenas, pero Genovese deambula como una guía a través de sus propias aguas, aquí representadas, como experiencias de vida.