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Música

EL TIERNO ALIENTO DE UN RUGIDO INCESANTE

 

 

 

 

Por José Ernesto Cordeiro

                                       Lullaby...And The Ceaseless Roar

                                       Robert Plant

                                       Producción de Robert Plant y The Sensational Space Shifters

                                       Nonesuch/Warner Bros. Records, 2014

 

 

Si existiese una antropología musical especulativa y experimental, sus teorías serían comparables a este álbum, que repone desde lo compositivo el resultado de hipotéticos cruces étnicos y culturales bajo un mismo marco teórico llamado rock. El resultado es sensorial, escucharlo es recibir en la cara el tierno aliento del rugido incesante y la bella fragilidad de las canciones de cuna.

 

Lullaby and... The Ceaseless Roar es el décimo álbum solista de Robert Plant, en realidad un trabajo grupal junto a The Sensational Space Shifters, la banda con quienes firmó las composiciones, grabó el álbum y se viene presentando hace algún tiempo como en el recordado show del Luna Park en el 2012. El álbum, con un arte de tapa de Brett Kilroe, tiene una duración de 50 minutos y la producción del propio Plant y la banda.

 

Inicia con una versión de un bluegrass tradicional, que por su tratamiento musical y sonoro se transforma en un drum'n'bass africano del futuro espacial. Allí resplandece el maestro y músico de Gambia, Juldeh Camara, quién se destaca con instrumentos tales como el riti o el violín de una sola cuerda. Continúa con "Rainbow" de rítmica tribal, primer corte y video del álbum, que con un trabajo de overdubbing, una melodía suelta da forma a una bella canción.

En “Pocketful of Golden”, la sección rítmica de Billy Fuller y Dave Smith genera una estructura para que el sonido espacial de los Shifters se expanda desde los ecos Zeppelinianos hasta las alturas mántricas de las cuerdas de Justin Adams y Liam "Skin" Tyson, siempre sobre los teclados exquisitos de John Baggot. Otro tanto ocurre con “Embrace Another Fall” aunque la melodía es más abierta e inquietante. “Turn It Up” comienza con una repetición sonora que recuerda a los trabajos más experimentales de Tom Waits aunque un riff de guitarra la coloca en un lugar más rockero qué el sólo de guitarra, herrumbroso y caliente, acentuándola. En éste caso la letra, aborda la alienación norteamericana con una metáfora del encierro en el tránsito de una autopista. 

La belleza atemporal de “A stolen kiss” es sobrecogedora y podría ser considerada el punto más alto del album. Sigue “Somebody there” una balada de resonancias religiosas. El banjo, el violín y la percusión étnica acompañan un bellísimo y rural “Poor Howard”, adaptación del clásico bluesero de Lead Belly, “House of Love” es otra gran pieza mid tempo con una hermosa y personal melodía, “Up on the hollow hill” un enigmático y oscuro blues y el final "Arbaden (Maggie's Babby)" el más “oriental” y rítmico, qué al modo de un final abierto en cine, deja sin dudas con ganas de más.

 

A la altura del furioso Dreamland o del climático Fate of Nations, sus mejores trabajos solistas, Lullaby and. . . TheCeaselessRoar (primer trabajo editado por Nonesuch Records) nos brinda la oportunidad de ver a un artista en constante evolución y de cuya vertiente no deja de fluir -por suerte- poder, misterio y un suave y colorido martillo de dioses.

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